miércoles, 15 de marzo de 2023

EL AMOR POR LOS ANIMALES HACE CAMBIAR EL MUNDO.

 ¿Te has preguntado alguna vez por qué quieres tanto a tu perro? ¿Te cuesta imaginar tu vida sin tu gato? Convivir con un animal es una experiencia que te cambia en muchos aspectos. Porque el amor por los animales cambia el mundo. En este artículo queremos hablarte sobre algunos de los beneficios de convivir con animales, así como algunas razones por las que tener un perro o un gato puede hacerte mejor persona y, por tanto, contribuyen a conseguir una sociedad más empática y responsable.



Compartir tu vida con un animal aporta muchos beneficios. La relación que se establece con el perro o gato es bidireccional, cosa de la que a menudo no se es consciente. El amor por los animales es tan grande que acaban siendo uno más en la familia. Tanto, que ya no solo eres tú quien cuida de él, sino que tu perro o tu gato también te aporta mucho a ti.

Según el científico Edward O. Wilson todos los seres humanos sentimos una conexión innata con todo ser viviente, sea humano, animal o planta. Wilson desarrolló, en este sentido, la teoría de la biofilia y si tú vives con un perro o gato ya te habrás dado cuenta de que esta conexión sucede de forma espontánea.



El vínculo que se crea entre vosotros es tal que podemos hablar de cariño y amor por los animales. Y no es de extrañar, ya que cuando estamos con ellos nuestro cerebro se siente feliz: está segregando oxitocina, la llamada “hormona de la felicidad”, que hace que sintamos menos estrés y nos sintamos mejor.

Y es que, si hablamos de cariño y de animales, entra en escena un factor clave: el amor incondicional. Un animal no juzga a su dueño por sus habilidades, por su pasado o por su aspecto. Por ello, el vínculo que se crea es puro, en definitiva, incondicional. Sin obviar el hecho de que esta incondicionalidad otorga seguridad y estabilidad emocional.



BENEFICIOS DE TENER UN ANIMAL EN CASA.

Tener una mascota hace que tu amor por los animales aumente día a día gracias a lo que vives junto a él y a todo lo que aprendes. Tu perro o tu gato hace que:

1- tu calidad de vida aumente, ya que el simple hecho de acariciarle hace que te desestreses y, por tanto, te sientes mejor, más tranquilo y relajado.

2- Mejoras tu salud, gracias a los paseos y a su rutina de ejercicio. Salir cada día a caminar previene enfermedades cardiovasculares y, a la vez, mejora el tono muscular y fortalece los huesos.

3- El simple hecho de tener que cuidarle, jugar con él, alimentarle, mantenerle activo… hace que también tú debas activarte.

4- Te socializas ya que puedes conocer gente nueva en el parque o en los lugares donde salgáis a pasear. Incluso puedes crear una “pandilla” con otras personas que tienen perro, en este caso.

5- Te sientas mejor en casa, ya que juegas con ellos, te diviertes, les cuidas…

6- Te relaciones con ellos de forma respetuosa, por lo que consigues aumentar tu empatía, tu responsabilidad, tu capacidad de cuidar un ser vivo

7- Ríes más. Y, como bien sabes, la risa es sinónimo de salud y de bienestar. Esto ocurre porque al reír disminuye la presión sanguínea, lo que te aleja de vivir episodios de estrés.



Todos estos puntos hacen que te sientas bien contigo mismo y también con las personas que viven a tu alrededor, ya que conseguirás mejorar tus niveles de empatía.

El hecho de que una mascota conviva con la familia a diario, también puede ser un factor de unión o terapia familiar, así como también personal. Los animales son acompañantes que hacen que reconectar contigo mismo sea mucho más fácil gracias a la pureza y calma que transmiten.

Por eso, esto también hace que sea más fácil la convivencia familiar: el hecho de que todo el mundo sienta ese amor por el animal es un factor que une al resto. Además, también es un factor que diversión y amistad especial para los más pequeños, ¡y esta magia que generan con la mascota no se puede conseguir de ninguna otra manera!

AMATE Y AMA.

 Aumenta el amor a ti mismo y entonces no te afectará lo que piensen o digan los demás porque no buscas su aprobación. 



Te suena acaso extraño, pero eres un Dios en movimiento, una manifestación divina en un cuerpo material. Aleja lo que te impide disfrutar de paz interior porque es el más valioso tesoro y te da felicidad.



No solo alguien muy amoroso es un ser de luz, todos lo somos y esa luz se irradia cuando amas y te amas. El reto es actuar en consciencia y en coherencia, es aceptarte y dar un buen fruto con tus talentos.



No busques ser como otros, no te compares y sigue tu propio camino aunque te juzguen o te critiquen. Si no avanzas, mira qué cargas sobre las espaldas y suelta odios, rencores, culpas, iras o tristezas.



Fuiste creado para andar en libertad, ama sin apegos y no te dejes manipular por sistemas culturales o religiosos. Ámate y ama.


EL AMOR ES LA SOLUCIÓN.

  Dios te ama de modo incondicional, te da vida y te sostiene. Él te habla en silencio a través de tu corazón y te recuerda que cuando estás en paz y en armonía contigo mismo, tu energía llega a otros, incluso a la distancia, y les ayudas. 

Nunca puedes vibrar en amor solo para ti porque el amor se expande y lleva paz, armonía y bienestar a todos los seres vivos.



La fuerza del amor es tan extraordinaria que la energía que irradias cuando amas llega a otras dimensiones y a seres de otros planetas. Llena de amor y de paz cada espacio. Eleva tu pensamiento y conviértete en un servidor que da lo mejor sin esperar retribución.



Dios, siempre está contigo y lo sientes cuando dejas los afanes, te aquietas y huyes del bullicio.  No puedes alejarte de él  porque mora en tu interior.

 Afirma diariamente: “Soy una chispa de Dios, soy un milagro viviente”.

Tenle presente en cada momento. Deja que su amorosa presencia te colme de paz y de amor. 

Dios no te juzga, él comprende tus errores y su espíritu te acompaña si el desaliento te visita.

Cree en Él porque Él cree en ti.